martes, 16 de septiembre de 2008

MESA JOSE IGNACIO RUCCI



Declaración de principios
por el 35º aniversario del asesinato del
líder peronista sindical José Ignacio Rucci

Infiltrados y traidores
José Ignacio Rucci, un “pequeño gran hombre”, un COMPAÑERO, hace 35 años fue asesinado por las balas de los cipayos, que festejaron el crimen y que hicieron de la impunidad un bandera de triunfo.

No fue una muerte cualquiera por parte de personeros de la antipatria; a días de que el Gral. Perón ganara las elecciones presidenciales por más del 62% de los votos fueron tiros por elevación para herir al líder del Movimiento Nacional Peronista. Nos quisieron hacer pensar, por todos los medios que los ejecutores son; son traidores al Movimiento. No, compañeros, no son traidores; son enemigos, infiltrados y que, con embozo cumplían la misión de destruir al Peronismo y, en consecuencia a la Patria.

Y, ¡pucha, casi lo logran! Los infiltrados, ante la abrumadora decisión del pueblo argentino y, especialmente del Peronismo, debieron mimetizarse, a la vez que germinaron otras semillas que quedaron en vida latente durante casi 30 años; etapa durante la cual los peronistas confiábamos en que ya no volverían y, entonces dormimos el sueño de los Justos.

Pero volvieron, y desembozadamente, porque hasta se dieron el lujo de escribir y hacerse cargo de de aquel magnicidio. Se los puede definir como “progres”, de tilingos, etc., pero no son idiotas, aprendieron y ahora vienen por todo. Y, nosotros, ¿los peronistas bien nacidos, qué?

Volvieron, sí; y ahora sí lo hicieron de la mano de pseudos compañeros, de traidores al Movimiento, a la Doctrina , al Gral. Perón a Eva Perón; ahora los cipayos van de la mano con los traidores a la memoria de los compañeros que dieron la vida por el Peronismo y por la Patria , desde Darwin Passaponti a José Ignacio Rucci.

Los enemigos, ahora cuentan con el colaboracionismo de esos que por un carguito o un lugarcito en la lista traicionarían a la propia madre; los mismos que le hacen el caldo gordo a los grupos de poder, que quieren congraciarse y publicitan la consigna “Justicia a los asesinos de Rucci” para quedar bien, pues se acercan la elecciones internas partidarias y los peronistas siempre quisimos la cárcel para los homicidas de José Ignacio Rucci. Las cosas se deben decir tal cual son y sin pelos en la lengua, EL PERONISMO ES UN SOLO, y los que no interpreten esto tiene la libertad de alejarse de nuestro Movimiento, hasta pueden seguir llamándose Justicialistas, pero ya han dejado de ser Peronistas.

Pienso que quienes se han desviado de nuestro camino, aquellos que no creen en los propios compañeros peronistas ni en las condiciones, las capacidades y en la Doctrina deben descolgar ya mismo los cuadros de Perón y de Eva Perón y reemplazarlos por los de Isaac Rojas, de Fidel Castro o cualquier otro que se les ocurra. De otro modo, manchan la memoria de Perón, dilapidan la entrega de Eva Perón y traicionan a los compañeros que ofrendaron la vida para que el Movimiento Nacional Peronista se superara y se proyectara en el presente hacia el futuro.

“A los enemigos, embozados, encubiertos o disimulados les aconsejo que cesen en sus intentos, porque cuando los pueblos agotan su paciencia suelen hacer tronar el escarmiento”, Tte. Gral. Juan Domingo Perón, tres veces Presidente Constitucional de la Nación Argentina.

Mesa Nacional

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